Oh yeah. El romance

Oh yeah. El romance

Empieza el romance nuevo

del romance sin igual

de un muchacho de Alpedrete

y una chica del Molar.

Probaron a los dieciocho

y con treinta años de más  

después de reencontrarse ambos

en alguna red social,

se encontraron muy cambiados,  

se pidieron amistad  

como si fuese en el Tinder

y se dieran un match.

Ella te saca la sangre  

trabaja en un hospital  

y él también te la saca  

que medra de concejal.

Era por aquellos tiempos

de antigua normalidad.

Una noche de verano

quedaron para ir a un bar.

Ella se puso muy guapa

con falda al vuelo floral,

él peinó el tupé canoso

con espuma de fijar.

Con los cristales tintados

y un rayo al lateral.

en un Toledo tuneado  

ella le fue a buscar

Fueron a cenar salchichas

a un reputado alemán

al límite de Villalba

cerca de Moralzarzal,

luego a una antigua cuadra

que ahora es un disco pub,

para ver en un concierto  

a una rock and roll star

que no se llama Velasco

Montana se hace llamar.

Al calor de sus baladas  

alguna copa de más  

y todo hay que decirlo

a algo de necesidad,  

recordando viejos tiempos,

se volvieron a besar.

Había luna aquella noche,  

prolorquianos perdonad,

pero no es baladí el dato

fue excusa para quedar  

que salió en las noticias  

ese resplandor lunar.

Por influjo de la luna

o películas de más

él se creyó James Dean,

ella una bella pin up.

Siguieron besos caricias

en el asiento de atrás

de ese Toledo tuneado  

que se creía un Cadillac

(al estilo de Loquillo

con el acento final)

Él exploró con sus manos

lugares sin explorar

cegado por la lujuria

algo de curiosidad

y cómo todos pensamos  

un impulso sexual.

Ella se apartó y le dijo,  

bien oiréis lo que dirá:

Como no pares te mato

Vuelve a la base inicial”

(Es verdad, dijo te capo

con bastante brusquedad,

pero es que esto es un romance

y no una historia vulgar)

Así, con gran tristeza,

la cita llegó al final

ella le llevó a su casa  

donde él llegó con jet lag  

no sabía si estaba allí  

o en los cincuenta en LA.

Aquí acaba este romance

que no debió comenzar

Del político rockero  

y la enfermera pin up.

FIN

Ahora se siguen hablando  

a veces por navidad,

se felicitan cumpleaños

y otras fiestas de guardar. :

Nota: cualquier parecido

con esto y la verdad

será porque es verosímil

no por la casualidad.