Séptimo sello
Las siete trompetas del apocalipsis las tocará una banda tributo, ante la imposibilidad de encontrar sobrios a los Ángeles asignados para la tarea. Está escrito que solo se salven los que compren camisetas en el destartalado puesto de la entrada del cielo, los que muevan su cuerpo sin pensar en el creador que durante milenios compuso esa melodía de destrucción, los que se apelotonen en las barras buscando preciado jugo de Ambrosía y bocadillos de panceta requemada.
Las siete trompetas del apocalipsis, las tocará esa banda que siempre pide que encendamos las bengalas durante la cuarta pieza , esa que grita que bailemos alzando las manos en la octava canción y que esperemos un par debises para ver cómo acaba la humanidad al ritmo de Paquito el Chocolatero.
Ignoramos si llegará la muerte antes de que se llenen las redes sociales de la noticia de que vamos a morir, no sabemos si todo empezará con un leve dolor de garganta o una avioneta que no resiste la tormenta. No queremos saber cuándo será el último baile, la última sonrisa,el último bis, ni qué hay más allá de todo este alboroto.